jueves, 13 de abril de 2017

Ascensión a Peña Cerreos o Cabello, 2111 m.

Ascensión a Peña Cerreos o Cabello , 2111 m.
–por la cara oeste
(9/4/2017)

Es domingo 9 de abril y, tres años después, regreso al Macizo de las Ubiñas, en esta ocasión acompañado por mi hermana –Pili–, su marido –Ángel– y unos amigos –Susana y Javier–. Nuestra intención es acercarnos hasta el refugio del Meicín y, después, una vez hayamos visto qué tal responden las piernas, subir quizá hasta el Alto Terreros todos juntos. Aunque en el fondo yo también albergo la esperanza de poder alcanzar la cima de Peña Cerreos mientras ellos almuerzan y recorren las verdes praderas de la vertiente leonesa.

Mapa (Tuiza de Arriba - Peña Cerreos o Cabello). 

Mapa (Tuiza de Arriba - Peña Cerreos o Cabello)

No hemos madrugado demasiado, así que, cuando aparcamos los coches en Tuiza de Arriba, el sol domina ya sobre las alturas. Nos ponemos las mochilas y comenzamos nuestros pasos por el asfalto, en dirección al camino de verano, pues la nieve, a pesar de ser comienzos de abril, hace ya días que dejó las laderas inferiores de estas montañas. Pili y Susana mantienen entre ellas una amena conversación mientras suben, así que yo me dedico a hacerles fotos, alguna incluso con la imponente mole de La Mesa, de 1922 metros de altura, de fondo. Ángel y Javier, en cabeza, también conversan entre ellos y en ocasiones nos aguardan con largas pausas. 

Primeros pasos.

Saliendo de Tuiza de Arriba.

Aparece Peña Ubiña la Grande.

Ángel y Javier.

Pili y Susana.

No mucho después, tras alcanzar la Portillera y con una pausa algo más prolongada para reponer fuerzas, se abre ante nosotros las majestuosa pradera sobre la que reposa el característico refugio del Meicín. Después de algunas fotos, conversamos con Tania, la guarda del refugio, donde me registro. Esa noche dormiré allí. De esa manera, mañana podré subir también algún dosmil, quizá Peña Ubiña Pequeña. Mientras Tania apunta mis datos y yo aligero la mochila en las taquillas, Susana y Pili descubren lo mucho que se parece la guarda a Nuria, la hija de Susana, y comienzan con ella una conversación que continuarán a nuestro regreso. 

Refugio del Meicín. 

Refugio del Meicín. 

Susana, Raúl y Pili en el Meicín. 

Praderas del Meicín.

Iniciamos nuestros pasos por la herbosa pradera y poco a poco nos vamos montando sobre la ladera izquierda. La pendiente que ha de conducirnos hasta el Alto Terreros es prolongada, pero no encierra dificultad técnica alguna, ni tan siquiera en los pequeños neveros donde la huella previa y el sol dominante permiten calar las botas con seguridad. A mitad de pendiente volvemos a parar para hacer un descanso algo más prolongado. Hacemos fotos y, con algo de fortuna, vemos algunos rebecos en las pedreras y canchales bajo la silueta caliza de Peña Cerreos. Un último esfuerzo nos conduce hasta la cima del collado, donde alcanzamos propiamente el Alto Terreros, de 1890 metros, y paramos a almorzar bajo la mirada atenta de Peña Ubiña la Grande. 

Pili con Peña Ubiña la Grande tras ella. 

Pili y Susana. 

Javier y Ángel bajo los contrafuertes de Peña Cerreos. 

Ángel y Javier con el Alto Terreros al fondo. 

Ángel y Javier. 

Pili. 

Susana y Pili. 

Pili alcanzando el Alto Terreros.

Yo apenas como un poco de chocolate y enseguida me pongo en marcha para subir Peña Cerreos. Oriento mis botas hacia el este y gano altura progresivamente. Durante los primeros cien metros de ascenso se aprecian trazas de pisadas que facilitan la progresión. Trascurridos éstos, el resto de la subida se hace más caótico, hasta que unos pequeños neveros me obligan a sacar el piolet. La consistencia de la nieve hace que no se precisen los crampones, pero a pesar de ello, debido a su inclinación, opto por ceñirme a las peñas de la izquierda, por las que progreso hasta alcanzar una breve cresta que tras un par de pasos de primer grado me termina posando sobre la cima, de 2111 msnm. Allí dos montañeros recogen en ese momento sus mochilas y se disponen a partir, así que aprovecho para pedirles amablemente que me retraten con mi cámara. Desde la cima, las vistas de los Fontanes, Peña Ubiña la Grande y en especial Peña Ubiña Pequeña son sencillamente sobrecogedoras. Ya lo he decidido: mañana regresaré para subir esta última. 

Raúl en al Alto Terreros. 

En el Alto Terreros. 

Cima de Peña Cerreos (2111 m.). 

Cima de Peña Cerreos con Peña Ubiña Pequeña al fondo. 

Peña Ubiña la Grande (2411 m.) y los Fontanes (2414 m.). 

Peña Ubiña la Grande (2411 m.). 

Peña Ubiña Pequeña (2193 m.).

La bajada no resulta complicada, por lo que apenas unos minutos después estoy de regreso en el Alto Terreros. No veo por allí a mi hermana ni a los demás, por lo que supongo que habrán iniciado ya el regreso, aunque en verdad se encuentran dispersos entre este punto y el Collado del Ronzón, disfrutando de la alta montaña. Yo encamino mis pasos hacia el Meicín, aprovechando la lengua que conforman los neveros para descender con presteza. Calando los talones sobre la pendiente de nieve, cada pisada me acerca más a la ahora omnipresente cerveza. Al fin alcanzo el refugio, pero allí no hay rastro de mis compañeros. ¡La cerveza aún tendrá que esperar casi dos horas! 

Cae la tarde sobre el Meicín y es momento de que los que mañana trabajan inicien el camino de regreso. Tras la despedida, poco a poco el valle va recuperando su voz. La calma, por contraste con la presencia de las personas, se hace ahora mucho más manifiesta. Esta noche tengo el refugio todo para mí. Aparte de los guardas, soy el único allí. Las palabras de Horacio cobran entonces, aquí arriba, un significado muy distinto: «¡Buenas noches dulce príncipe, y que coros de ángeles arrullen tu sueño!».

Cartografía y Bibliografía.
Cordillera Cantábrica. Macizo de las Ubiñas. Escala 1:25.000, Adrados Ediciones. 2006.
David Atela, Cordillera Cantábrica. Central y Occidental. 50 montañas / 81 ascensiones. Pajares · Ubiña · Somiedo · Ancares, Desnivel Ediciones, Madrid, 2010.

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